Un poco raro. Más de lo normal. Me encuentro con la mirada desubicada. Con el estado anímico sin fuerzas, sin nada que le dé fuerzas para subsistir. De mi corazón desvencijado empieza a emanar una sustancia amarilla, creo que se está empezando a infectar de rencor y de varios sentimientos negativos más.
Es por eso que me doy a la tarea de buscar en todas partes, en donde sea, la cura que me ayude a contrarrestar los efectos negativos que estoy sintiendo.
Quiero librar a mi corazón de todo el mal que uno puede generar. El problema es la cura. La cura contra el odio, y contra la nostalgia. En verdad, sólo quiero encontrar la de la primera.
Ojalá y sea pronto, si no, será demasiado tarde... que obvio.
Si sabes dónde puedo encontrarla... dímelo, te lo agradeceré...
marzo 03, 2006
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